6 consejos para optimizar la cadena de suministro

La cadena de suministro perfecta no existe. Lo que existe es un objetivo: entregar el producto adecuado, en el momento adecuado, con la calidad esperada, al mínimo coste y, si es posible, más rápido que la competencia. Entre la ambición y la realidad de la mayoría de las empresas pasa un poco de todo: fallos de comunicación, procesos complejos, falta de formación, aumento de costes, equipos poco fiables e incluso problemas en la geopolítica global. Factores que convierten cualquier cadena de suministro, por sencilla que parezca, en un reloj suizo con numerosas piezas en constante movimiento, que necesitan acompañamiento, una capacidad ilimitada de adaptación y, sobre todo, una apuesta por la mejora continua.

La buena noticia es que todas las empresas, independientemente de su tamaño o sector, pueden aprender de décadas de experiencia acumulada de otras organizaciones. Descubre 6 consejos para optimizar la cadena de suministro.

1. Evita el efecto “látigo” a lo largo de la cadena de suministro

Procter & Gamble fue una de las primeras multinacionales en estudiar en profundidad el impacto de las variaciones de la demanda a lo largo de su cadena de suministro. A principios de la década de 1990, utilizaron el término “efecto látigo” para describir cómo pequeñas fluctuaciones en los volúmenes de los pedidos conducían a cambios cada vez más grandes en la demanda a medida que avanza la cadena de suministro, desde los clientes finales hasta los proveedores de materias primas. Cuanto más alejado esté un proveedor de la demanda, más significativo será este efecto, lo que inevitablemente conduce a crecientes fluctuaciones en los inventarios.

El nombre se debe esencialmente a dos motivos. Primero, acababa de estrenarse la primera película de la saga Indiana Jones. En segundo lugar, la física del chasquido de un látigo: cuando la persona que sostiene el látigo chasquea la muñeca, este movimiento relativamente pequeño hace que la onda de choque se amplifique cada vez más en una reacción en cadena.

¿La solución? Mantener canales de comunicación abiertos entre todas las partes de la cadena de suministro, ofreciendo así una mayor visibilidad a lo largo de toda la cadena y evitando la propagación de atrasos y errores, mejorando la eficiencia general.

Para que esto suceda, establece un sistema que permita visualizar toda la cadena de suministro y monitorizar el flujo de productos en tiempo real. Por ejemplo, los sistemas ERP (Enterprise Resource Planning) ayudan a centralizar datos y procesos, permitiendo una comunicación más eficiente entre todas las partes involucradas. Es importante usar también herramientas colaborativas para compartir información crítica con proveedores, fabricantes y distribuidores, como pronósticos de demanda, niveles de existencias y cronogramas de producción.

2. Formar alianzas a largo plazo

Asociarse con proveedores a largo plazo es una práctica estratégica esencial para optimizar la cadena de suministro, especialmente en sectores donde la calidad y la entrega del producto son fundamentales. Fue precisamente este principio el que llevó a Toyota y a sus proveedores más importantes a crear fábricas prácticamente adyacentes en la posguerra, una práctica innovadora en la época que desde entonces se ha extendido en el sector automovilístico.

Desarrolla alianzas estratégicas basadas en criterios como calidad, puntualidad en la entrega, fiabilidad, comunicación y cumplimiento de los estándares éticos y ambientales. Opta por proveedores con estándares de calidad consistentes y que estén comprometidos con la mejora continua. También asegúrate de que los objetivos de ambas partes están alineados, para que la alianza sea lo más productiva posible.

3. Implementar prácticas de trazabilidad

Esta es una de las áreas en la que mayores cambios legislativos se esperan en los próximos años. La propuesta de la FDA, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, exige que todos los participantes en la cadena de valor alimentaria mantengan registros electrónicos sobre el estado de los productos, que deben estar disponibles previa solicitud dentro de las 24 horas siguientes a un brote de transmisión alimentaria o una investigación de alimentos.

En este sentido, la Unión Europea ya ha dado los primeros pasos: la directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa, vigente a partir de enero de 2024, obliga que las grandes empresas publiquen informes periódicos sobre sus actividades de impacto ambiental y social. Esto incluye datos que permitirán realizar un seguimiento de los productos desde la obtención de materias primas hasta el producto final.

Implementar prácticas de trazabilidad es crucial para optimizar la cadena de suministro. En el sector alimentario y hospitalario resulta todavía más crítico, para garantizar la calidad, integridad y seguridad de los productos.

Utiliza, por ejemplo, tecnologías como códigos de barras, RFID (Identificación por Radio Frecuencia) y sensores para rastrear productos en tiempo real. De esta manera, podrás acceder instantáneamente a la ubicación y estado de todos los productos. En caso de retirada, incluso podrás identificar rápidamente los lotes afectados, reduciendo el impacto en los consumidores y mejorando la eficiencia de todo el proceso.

4. Planificar y prevenir

Las empresas deben ser capaces de planificar y prevenir la demanda para gestionar los recursos de manera más eficiente, reducir costes y garantizar que haya stock suficiente para satisfacer las necesidades de los clientes. El análisis de datos, las tendencias de mercado, la estacionalidad y los factores externos ayudan a realizar esta previsión y, en consecuencia, a evitar el exceso o la falta de producto.

También es importante evaluar permanentemente si la capacidad de producción y almacenamiento está alineada con la demanda prevista y garantizar que existe la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios.

5. Automatizar procesos

La automatización en la cadena de suministro es especialmente importante para reducir la dependencia de tareas manuales, acelerar los procesos y eliminar posibles errores humanos. La automatización se puede aplicar en cualquier etapa, ya sea en la monitorización en tiempo real, la gestión de stock o el procesamiento de pedidos.

Saca partido de los softwares de gestión o los procesos automatizados para empaquetar y entregar productos. Configura alertas automáticas para situaciones críticas, como niveles bajos de existencias, retrasos en la producción o interrupciones en la cadena de suministro. Además, cuando los procesos de mantenimiento están automatizados, es posible identificar y corregir problemas potenciales antes de que ocurran.

6. Gestión proactiva de riesgos

La gestión proactiva de riesgos es una buena práctica para optimizar la cadena de suministro, ya que ayuda a identificar, evaluar y mitigar posibles amenazas e interrupciones antes de que afecten significativamente a las operaciones.

Identifica y evalúa los riesgos potenciales en la cadena de suministro, incluidas las interrupciones en el abastecimiento, la inestabilidad geopolítica, los desastres naturales y otros eventos imprevistos. Evalúa el impacto potencial de cada riesgo identificado y desarrolla planes de contingencia en consecuencia, con acciones específicas para garantizar una respuesta rápida y efectiva.

Una de las mejores prácticas es evitar depender excesivamente de determinados proveedores, regiones, equipamientos, materias primas o tecnologías para las que no existen alternativas. La diversificación reduce el impacto de problemas potenciales y aumenta la resiliencia de la cadena de suministro.

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Optimizar la cadena de suministro es una tarea compleja que requiere un enfoque global y estratégico. Al integrar las prácticas antes mencionadas, las empresas pueden lograr una cadena de suministro más eficiente y resiliente, capaz de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.

La elección de las máquinas de lavado industrial tiene un impacto significativo en la eficiencia operativa y, como consecuencia, en la cadena de suministro. MultiWasher, equipo de lavado de última generación, cuenta con procesos automatizados para garantizar la disponibilidad de materias primas, componentes, materiales o cualquier otro recurso utilizado.

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