¿Qué es y cómo calcular el coste de producción industrial?

Presupuestos erróneos, ventas a pérdidas y largos procesos para definir precios. Las empresas de producción se enfrentan a un gran desafío: saber el coste real de un producto. Conoce las variables que debes considerar para poder identificar cuánto cuesta producir un determinado producto y asignar precios de venta con mayor precisión.

¿Qué es el coste de producción industrial?

El coste de producción es la cantidad total gastada para fabricar una unidad de un producto. En esta perspectiva, no es solo la materia prima la que dicta el coste final, sino también otros costes involucrados en la producción, tanto directos como indirectos.

Los costes directos son los derivados de la adquisición de material y mano de obra. Por otro lado, los costos indirectos se refieren a todos los recursos que fueron necesarios para la producción, pero que no se aplicaron directamente al producto final, por ejemplo, los contratos de electricidad o software.

El concepto detrás del coste de producción es simple, aunque en la práctica el proceso es mucho más complejo. En resumen, una empresa debe sumar todos los costes y gastos que implica producir un bien y dividirlos por la cantidad producida en un período de tiempo determinado.

¿Por qué es importante medir el coste de producción?

El coste de producción se mide para determinar, de manera justa y consistente, el precio del producto final. Además de poder asignar un precio adecuado a tus productos y servicios, con este valor también puedes evaluar la eficiencia productiva de una fábrica.

De esta manera, la empresa puede construir una base sólida para tomar decisiones importantes. Por ejemplo, saber cuáles son los principales costes y dónde deben centrarse los esfuerzos de mejora continua. También es una forma de conocer la rentabilidad real de cada familia de productos y saber si conviene o no aumentar la inversión comercial.

Básicamente, el coste de producción permite evaluar si la producción es sostenible y cómo se puede aumentar la rentabilidad. Una vez obtenido este valor, es posible predecir pérdidas y ganancias futuras o identificar oportunidades, incluso puede ser necesario revisar los precios o renegociar con los proveedores. Las decisiones estratégicas de negocio están, por lo tanto, sometidas al coste de producción.

¿Cómo calcular los costes de producción?

Para calcular el coste de producción se deben tener en cuenta tres aspectos principales: materia prima, mano de obra directa y costes indirectos de fabricación.

Materia-prima (MP)

Este coste se refiere a los materiales necesarios para fabricar el producto. Incluye el precio de los materiales, pero también otros conceptos como empaquetado, transporte, seguros, gastos de aduana o impuestos. Este análisis debe realizarse para todos los componentes incorporados en el producto. A veces, las mayores oportunidades de ahorro se encuentran en pequeños elementos que se introducen en el producto final una y otra vez.

Mano de obra directa (MOD)

El valor de la mano de obra directa incluye los salarios de los empleados directamente involucrados en la producción del producto, así como la seguridad social, las horas extras y el equipo de protección personal o la formación. En resumen, es necesario saber el tiempo utilizado para la producción de cada producto, la cantidad de empleados involucrados, las horas de trabajo asociadas y los costes secundarios mencionados anteriormente.

Costes indirectos de fabricación (CIF)

Los costes indirectos de fabricación se refieren a todos los costes involucrados en el funcionamiento normal de la empresa y en el mantenimiento de su estructura, tales como energía, electricidad y agua, capital inmovilizado en stock, roturas, desgaste de equipamientos, asistencia técnica, software y contabilidad, entre otros. Dado que esta categoría incluye múltiples factores variables, diferentes de una empresa a otra, es necesario mantener un registro permanente y actualizado de todos los aspectos que incluyen este tipo de costes.

El lavado, por ejemplo, es uno de los procesos que más agua consume en la mayoría de las industrias. Por ello, es fundamental encontrar formas de reducir su consumo, tanto por motivos medioambientales como por la eficiencia obtenida.

Así, el coste de producción puede obtenerse por la suma de estos tres componentes. Por ejemplo, si una fábrica gastó 10.000€ en materias primas, 20.000€ en mano de obra y 5.000€ en gastos indirectos de fabricación, su coste de producción en ese periodo fue de 35.000€. Para saber el coste de producción de un determinado producto, basta dividir esta cifra por el número de unidades producidas durante el mismo período.

5 consejos para reducir los costes de producción

Es posible reducir el coste de producción con algunos consejos fáciles de implementar.

1. Identificar los principales costes

Conoce dónde se gastan los valores más altos y, a partir de ahí, comprueba si existe algún punto donde sea más fácil reducir. Recuerda que ningún recorte puede afectar a la calidad del producto.

2. No dejes que se acumule stock

El stock parado significa gastos de almacenamiento, conservación y logística, es decir, pérdidas. Invierte en un buen sistema de transporte y gestión y, si es necesario, reduce el precio de los productos parados.

3. Negocia con los proveedores

Al comprar materia prima, adquiere solo las cantidades necesarias para fabricar el producto dentro del período definido. De este modo, los valores estarán bien aplicados en la compra y se evitará el desperdicio.

4. Haz una investigación de precios

Los precios tienden a fluctuar con frecuencia varias veces al año, ya sea debido a restricciones sociales y globales o debido a la inflación. Investiga los precios con frecuencia para encontrar valores que te permitan reducir el coste de producción.

5. Apuesta por equipamientos económicos y sostenibles

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