¿Menos es más? La importancia de la eficiencia hospitalaria

Eficiência Hospitalar
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Conseguir una mayor eficiencia hospitalaria es trabajo de todos. De los profesionales de salud que la viven, de los pacientes y ciudadanos que la demandan y de los gobiernos que la regulan. A menudo asociada con la reducción de costes, la pérdida de puestos de trabajo y la disminución de la calidad, la eficiencia hospitalaria es un concepto mucho más amplio.

¿Qué significa este concepto? ¿Cómo se mide? ¿Cuáles son las principales causas que explican el bajo rendimiento en algunos países? Y, sobre todo, ¿qué pueden hacer los hospitales para aumentar la eficiencia y ofrecer un mejor servicio?

¿En qué consiste la eficiencia hospitalaria?

La eficiencia hospitalaria evalúa los resultados alcanzados en función de los recursos consumidos.

Los resultados obtenidos por un hospital o centro sanitario suelen cuantificarse por el número de consultas médicas realizadas, el número de exámenes o análisis, cirugías, tiempos de espera y, en definitiva, la esperanza de vida media de los pacientes.

El otro lado de la ecuación son los recursos necesarios para obtener estos resultados. Hablamos de los costes, el tiempo empleado, el número de profesionales asignados, la energía consumida o, a escala nacional, el PIB del país destinado a sanidad. La eficiencia hospitalaria se refiere entonces a esa relación entre resultados y costes.

De este modo, aumentar la eficiencia hospitalaria supone tener la capacidad de hacer más con menos o iguales recursos. Atender a más personas y con mejor calidad sin aumentar los costes en la misma proporción.

¿Cuál es la importancia de la eficiencia hospitalaria?

La gestión de los recursos, en un lugar donde cada segundo cuenta y donde un error puede costar vidas, determina la calidad de los tratamientos, la satisfacción de los profesionales e incluso el desempeño económico del país.

Antes de la pandemia, el gasto sanitario en todo el mundo alcanzó un récord de 8.3 billones de dólares, cerca del 10 % del PIB mundial. Un valor superior a todo el apoyo que los Estados dan a las políticas de familia, vivienda y desempleo.

OCDE

Países como Estados Unidos, Suiza y Francia superan con creces esta media. En EE.UU., en particular, el coste de la atención médica per cápita supera los 10.000 dólares, entre gasto público y pagos privados. A pesar de ser el gasto per cápita más elevado del mundo, la esperanza de vida media es de solo 79 años, inferior, por ejemplo, a la de Suecia, que gasta la mitad y donde la gente vive hasta los 82 años.

Procesos y tecnologías inadecuados: las causas de la ineficiencia hospitalaria

Se estima que en EE.UU. el 30 % de la inversión total en atención médica se gasta en servicios prestados innecesarios o ineficientes, costes administrativos excesivos, precios muy altos de medicamentos y material clínico, oportunidades de prevención perdidas e incluso fraude.

Los costes de atención médica continúan aumentando más rápido que el PIB en todo el mundo, lo que afecta a los presupuestos de gobiernos, a las empresas y a los ciudadanos.

Algunas de las principales pérdidas de eficiencia son familiares para quienes conocen la realidad hospitalaria. Los estudios muestran cómo los equipos de enfermería, por ejemplo, dedican aproximadamente el 7% de su tiempo a buscar medicamentos y consumibles clínicos, y otros 72 minutos por turno a buscar compañeros, pacientes, camas y otros recursos. Por otro lado, los médicos dedican casi la mitad de su tiempo al análisis de documentos y la introducción de datos.

Los gastos administrativos ya representan el 25% de los costes en la prestación de servicios, que incluyen tareas como la tramitación de seguros o el registro de altas. ¿Por qué? Procesos desacoplados, equipos obsoletos y la ausencia de datos fiables sobre los que construir una cultura de mejora continua son algunos de los problemas sobre los que es posible actuar de forma inmediata.

El futuro de la eficiencia hospitalaria: más calidad, menos tareas administrativas

Una mayor eficiencia hospitalaria equivale a una mejor calidad en la prestación de los servicios médicos. Estos dos conceptos están íntimamente relacionados, ya que menos tiempo dedicado a tareas administrativas equivale a más tiempo con los pacientes. Para aumentar la eficiencia hospitalaria, existen 3 estrategias para adoptar a corto plazo.

1. Mejorar la experiencia del paciente

El patient journey map o mapa de experiencia del paciente es la secuencia de pasos que sigue cada paciente desde el registro hasta el momento del alta. Los hospitales eficientes revisan todos los procesos y utilizan la tecnología para agilizarlos y reducir así la fricción en las interacciones.

Con el feedback de los pacientes es posible revisar y mejorar los flujos hospitalarios, concretamente, la ubicación de las personas, el stock y los equipamientos. Por este motivo, en Somengil, analizamos el flujo de trabajo de cada proceso antes de instalar MultiWasher Healthtech, nuestra máquina de lavado industrial destinada a la limpieza de utensilios y herramientas médicas. Así, agilizamos los procesos con máquinas que se adaptan al flujo de cada hospital, para que la experiencia del paciente sea más fluida.

2. Contribuir a la seguridad alimentaria

Los hospitales juegan un papel clave en la seguridad alimentaria. Esta disciplina incluye un conjunto de prácticas que ayudan a prevenir la contaminación de los alimentos, como la inspección, la vigilancia, la verificación, las auditorías y el control sanitario.

En Somengil hemos desarrollado máquinas de lavado profesionales para que las empresas preocupadas por la seguridad alimentaria puedan higienizar cualquier utensilio, herramienta o equipamiento. MultiWasher Healthtech es una máquina de última generación que alcanza altas temperaturas, permitiendo lavar correctamente cualquier utensilio utilizando cantidades mínimas de detergente. De esta forma, la calidad del lavado está garantizada en todos los ciclos.

3. Mejora continua basada en datos

Para medir la eficiencia hospitalaria es habitual utilizar indicadores como la estancia media del paciente, la tasa de ocupación de camas, los tiempos de espera en cada servicio o la ocupación del quirófano. Menos frecuentes son los datos sobre la ejecución de los propios procesos, como el OEE (Overall Equipment Efficiency).

Por ejemplo, durante el proceso de lavado, nuestras máquinas miden y registran variables como el tiempo de cada ciclo, la temperatura y la velocidad. Es esta información detallada y automática la que promueve la mejora continua basada en datos, tanto en los equipamientos como en los procesos de lavado.

Somengil, juntos por la eficiencia hospitalaria

En Somengil diseñamos soluciones profesionales de lavado adaptadas a las necesidades de cada hospital. En el centro de nuestra actividad hay un claro foco en la eficiencia, la satisfacción del paciente y la calidad del servicio.

MultiWasher Healthtech es una máquina de lavado diseñada pensando en las necesidades de los smart hospitals, donde el poder de los datos y la tecnología se ponen al servicio de los pacientes. Con esta máquina es posible optimizar los costes del uso de agua, mejorar los resultados de los pacientes, aumentar la productividad del personal y cumplir con la normativa vigente. Este enfoque holístico es nuestra respuesta para enfrentar los desafíos de hoy y mañana dentro del sector sanitario.

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